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lunes, 17 de octubre de 2011

Geriatría

FARMACIA HOSPITALARIA
dad en las distintas personas lo que hace difícil predecir,
sin valorar, el momento en que se encuentra.
Sin embargo, y por distintas razones, (como son la
demanda de prescripción, la dificultad en el diagnóstico,
etc), la selección de medicamentos y su dosificación no
es tan cuidadosa como en el niño prematuro, dejando
además en muchas ocasiones la administración en sus
manos, aún sin saber si esa persona mayor está o no capacitada
para hacerlo. El seguimiento no es ni mucho
menos tan estricto.
¿Cuáles son las características biológicas y sociales más importantes
del anciano que influyen en la terapéutica?
2.1. Cambios biológicos y Envejecimiento
Se pueden enumerar muchos aspectos biológicos
que, de una forma u otra, podrían dar lugar a modificaciones
en la respuesta del organismo anciano a los
medicamentos. Se resumen a continuación, desarrollándose
más extensamente al hablar de los diferentes
síndromes geriátricos (Tabla 1).
Cambios biológicos Consecuencia
Tabla 1. Cambios biológicos y envejecimiento.
Envejecimiento diferencial de un individuo a otro,
e incluso en el mismo individuo, de un órgano a otro.
Variabilidad interindividual. No se puede utilizar por sistema
una posología media, en ocasiones excesiva
para algunos e insuficiente para otros.
Modificación de la composición del cuerpo(1,2). La distribución de los medicamentos varía(3):
aumento en fármacos liposolubles y un descenso
fármacos hidrosolubles.
Disminución de la capacidad de homeostasis interna y de
adaptación externa a los cambios.
Enlentecimiento de las respuestas complejas
que requieren la coordinación entre diferentes sistemas orgánicos
(equilibrio hidro-electrolítico, glucemia,
temperatura, tensión arterial...).
Disminuye la filtración glomerular y la función tubular (reabsorción
y capacidad de concentración) renales(4).
La vida media de eliminación de un gran número de fármacos
aumenta. Los fármacos potencialmente
nefrotóxicos tendrán mayor importancia.
Aumento de la sensibilidad a los fármacos que actúan en la esfera
psíquica (ansiolíticos, antidepresivos
y neurolépticos)(5).
Se recomienda siempre empezar con dosis menores a las recomendadas
en pacientes más jóvenes.
El aumento del tamaño de la próstata por hiperplasia nodular
benigna se produce en el 75% de los ancianos(6).
Fármacos con efectos anticolinérgicos pueden dificultan la
micción, agravando esta situación.
Disminución de la sensibilidad del centro de la sed
y de los osmorreceptores, lo cual produce
una tendencia a la deshidratación.
Hidratar al paciente constituye la primera y más eficaz medida
terapéutica a tomar. Habrá que tener especial cuidado con el
uso de diuréticos.
Atenuación de la respuesta inmune, tanto humoral
como celular.
Mayor frecuencia de infecciones, patología autoinmune y malignizaciones
en el anciano, aunque no se puede hablar de que
una persona esté inmunodeprimida
por ser mayor(7).
Reducción de la eficiencia respiratoria debido a una
disminución de la capacidad vital, de la difusión
del oxigeno y de las reservas funcionales respiratorias(8).
Precaución especial con el uso de fármacos
que depriman el Sistema Nervioso Central.
Cambios morfológicos (atrofia) y funcionales del aparato digestivo
(disminución de la secreción y de la motilidad).
Tendencia natural al estreñimiento(9).
Degeneración y pérdida de neuronas y células en el oído interno;
presbiacusia(10).
Agudiza el aislamiento que siente la persona mayor
y dificultad su comunicación con el entorno y también con los
profesionales.
La intolerancia a los hidratos de carbono aumenta
con la edad(7).
Adecuación de las dietas.
Disminución de la masa hepática y de su flujo sanguíneo. Disminución del metabolismo hepático de algunos
fármacos(3), aumentando su vida media
Disminución del número y afinidad a los receptores
específicos.
Individualización de la prescripción.

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